Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer:
Rima LXV:
Llegó la noche y no encontré un asilo;
y tuve sed ... ¡mis lágrimas bebí!
¡Y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para morir!
¿Estaba en un desierto? Aunque a mi oído
de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre... El mundo estaba
desierto... ¡para mí!
Rima VII:
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa. ¡Cuánta nota dormía en
sus cuerdas como el pájaro
duerme en la rama
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! -pensé-, ¡Cuántas veces el genio,
Así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro,
espera que le diga: “Levántate y anda”!
La primera rima la he elegido porque trata de expresar unos sentimientos como que estaba solo, y que nadie le pudo haber ayudado, Bécquer describe una cantidad impresionante de sentimientos en todos sus poemas.
La segunda rima la he elegido, a parte de ser muy famosa porque aunque se trate de una simple arpa se puede pensar que en realidad es una persona o quizá el propio autor. La verdad es que me gusto como sonaba.
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